Consciencia ambiental
La importancia de los suelos para la vida, cultivos
El suelo es un medio vivo en el que evolucionan muchos organismos. Su calidad depende en gran medida de la actividad, diversidad y equilibrio existente entre los distintos organismos vivos que la componen. Desde los más grandes hasta los más pequeños, cada uno cumple funciones esenciales para la vida del suelo, y por tanto para la de la planta.
Pero, ¿quiénes son realmente estos habitantes del suelo? ¿Cuáles son sus roles e interacciones? ¿Y por qué es tan importante la biodiversidad del suelo, especialmente en la agricultura?
Biodiversidad del suelo
La biodiversidad del suelo representa todas las especies de organismos vivos que se encuentran en nuestros suelos. Esto incluye tanto plantas como animales, hongos, microorganismos y muchos más.
En el suelo, viven de forma insospechada tantos organismos como habitantes tiene la capital de México. Pero, ¿quiénes son realmente?
Debajo de la superficie, millones de seres vivos crean la biodiversidad de nuestros suelos.
Sin embargo, se pueden observar tres categorías principales, dependiendo de su tamaño:
– Macrofauna: Son las decenas de organismos visibles a simple vista y bien conocidos por todos, es decir, lombrices, arañas, milpiés, etc.
– La mesofauna: Más pequeñas y numerosas, se pueden observar con lupa. Estos son colémbolos o ácaros.
– La microfauna/microflora: Es la parte visible al microscopio y que constituye la gran mayoría de este ecosistema. Estos son nematodos, bacterias y hongos, de los cuales hay millones.
Cada uno de estos organismos juega un papel fundamental en la buena salud del suelo, pero sobre todo juntos ponen en marcha los procesos necesarios para el buen funcionamiento de los ecosistemas terrestres.

La vida del suelo: funciones e interacciones de los organismos
El suelo es una verdadera “fábrica de vida” en la que intervienen diferentes personajes que, a través de sus interacciones y su complementariedad, contribuyen al buen equilibrio del suelo. Pero, ¿cómo funciona realmente y cuáles son los mecanismos involucrados?
Los organismos del suelo trabajan juntos para mantener una buena salud del suelo a través de tres mecanismos principales:
– LA ESTRUCTURACIÓN FÍSICA DEL SUELO:
Al moverse a través del suelo para alimentarse o encontrar refugio, los organismos vivos crean espacios y renuevan la estructura del suelo. El suelo está así más aireado, mejor drenado y menos propenso a la erosión. Las cavidades formadas permiten una mejor invasión de las raíces, y se facilita el suministro de agua y oxígeno. Esto crea un entorno favorable para todos los seres vivos bajo tierra. Los movimientos generados en el suelo también permiten acelerar mecanismos, en particular poniendo en contacto a los organismos con el material que degradan.
– DESCOMPOSICIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA:
Los microorganismos del suelo comen y descomponen las plantas y los animales, y luego los transforman en nutrientes disponibles para las plantas. La materia orgánica, una vez descompuesta y transformada en nutrientes asimilables, permite alimentar a las plantas y en particular favorecer su crecimiento.
– REGULACIÓN BIOLÓGICA:
Algunos de los organismos controlan las actividades de los microorganismos del suelo y forman un eslabón esencial en la cadena alimentaria: algunos actúan como parásitos de las plantas mientras que otros activan la microflora. La presencia de “depredadores” permite así regular la proliferación de elementos nocivos. El buen funcionamiento de nuestro entorno terrenal depende del equilibrio entre sus habitantes benéficos y aquellos “indeseables”.
¿Por qué la biodiversidad es tan importante para la agricultura?
Como hemos visto, cada organismo tiene una función muy específica en la vida del suelo. El buen funcionamiento de este ecosistema es fundamental para la vida en la tierra y para la buen desarrollo tanto de la salud como de la economía de nuestras culturas, ya que los mecanismos que ponen en juego los organismos intervienen en diferentes aspectos:
– FERTILIDAD DEL SUELO:
La biodiversidad del suelo juega un papel indirecto en la calidad y abundancia de los cultivos porque contribuye a la renovación de la estructura del suelo, descompone la materia orgánica y facilita la asimilación de los nutrientes minerales disponibles para las plantas. El trabajo que realizan los organismos también permite que el suelo capture y libere carbono, lo que regula el flujo de gases de efecto invernadero y afecta directamente la productividad de los cultivos.
– PROTECCIÓN DE CULTIVOS:
La alta biodiversidad del suelo aumenta la probabilidad de albergar especies que naturalmente combaten enfermedades que pueden afectar los cultivos.